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El pueblo de FRIAS emerge y renace entre 4 grandes y poderosos "Apús”: Cahingará, Kachiriz, Huaminkas y Puñuño, fieles guardianes y testigos de aquella historia de este pujante pueblo; además son aquellos que desde las entrañas regalan el fruto bendito de la madre naturaleza, son ellos los que día a día observan como su gente humilde, trabajadora, inteligente y de gran trascendencia, se levanta en el devenir de la vida. El alma y el espíritu de un pueblo que por mucho tiempo vivió bajo los rezagos del latifundismo. Este rincón del alto Piura, reñidamente esconde innumerables tradiciones, costumbres, los mitos, creencias y supersticiones y que además son transmitidos en ese lenguaje sencillo y ameno de sus Cuentos y Leyendas, las mismas que alimentan la fuerza y el espíritu de esa gente del campo que cada día al amanecer visiona un nuevo mañana al final de cada jornada de trabajo.

Estimados amigos de Frías, Ayavaca, Piura, el Perú y de todo el mundo, aquí encontraras las más fantásticas historias y narraciones de un pueblo milenario e histórico, aquel que el tiempos inmemorables fueron llamados "Huaminkas", gente poderosa, amante al arte y a la lucha y que también fue noble y solidario como los trabajadores "Chincharas". Aquí trasmito a través de la literatura el alma de aquel pueblo que constantemente lucha por seguir adelante.



Frías : Paraiso del Alto Piura y Cuna del Idolillo de Oro

Frías : Paraiso del Alto Piura y Cuna del Idolillo de Oro
El Pueblo de Frías, Bajo los Encantos de La Bella Durmiente - Piura - Perú

sábado, 9 de enero de 2010

El Hombre de Mala Intención

Hace tiempo los moradores antiguos del caserío de Culcas contaban que en esos lares vivía un señor llamado Tito Peña que se enamoró perdidamente de una simpática señorita de nombre Lucinda, mujer de impregnable hermosura que parecía una muñeca con ojos de color marrón claro, test blanca y una singular figura. Aquella “guambra” tenía por costumbre usar siempre un vestido blanco y una chaqueta roja que hacía contraste con su envidiable belleza.
Tito, un caballero galante y simpático no había “china “alguna que se le resista. Cierto día ensillo su caballo mazapán alba tres (tres patas blancas) con su alforja marcada, su poncho moro de lana de oveja con líneas azules, su inseparable espada con vaina llena de adornos de plata de nueve decimos y su sombrero de palma que había comprado en Frías para la fiesta del Cautivito, cabalgaba en su caballo en forma zigzagueante por el camino de herradura, en su mente se cruzaban una y muchas dudas entre si se decía - ¿Me estará engañando? - ¿Estará enamorada de otro?, pero luego se daba valor y juraba que seria solo para él y que si la encontrara se la llevaría para quererla y hacerla su mujer y así tenerla segura.
En la oscura noche, cuando la luz de luna apenas alumbraba por las gruesas ramas de los viejos y frondosos paltones, los aullidos los perros se escuchaban a lo lejos, un frío viento invadía su cuerpo y los tragos que había libado iban consumiendo su tristeza. Cuando de repente sale de sus ilusos sueños el recuerdo de aquella musa, de pronto levanta la mirada sobre unas piedras que parecían asientos y ve una belleza frente a él, pensando que era Lucinda, acerca su caballo y le dice - ¡Sube en el anca de mi caballo y vámonos!, la doncella le hace caso y efectivamente monta atrás del jinete , Tito tanoleaba su caballo y comienza la travesía echando a volar sus malas intensiones, ya un poco retirados y adentrados en la montaña, toma la mano de la dama que aprisionaba su cintura y se da cuenta que tenia uñas largas y la piel llena de pelos la que lo apretaba cada vez mas hasta hacerlo perder la respiración y las fuerzas cayendo desmayado al suelo pasando toda la fría noche en el lugar donde había caído.
Al día siguiente unos niños que llevaban a pastorear su ganado, vieron al hombre caído, lo recogieron, salieron a toda carrera y dieron la noticia a los familiares los que presurosos llegaron al lugar de los hechos encontrando desmayado a Tito con la boca llena de espuma y baba. Cuentan que para que Tito se recupere pasó mucho tiempo y la familia tuvo que recurrir a buenos brujos curanderos, muchos remedios de dieta, pero que al final logro curarse. Lucinda, la mujer de sus sueños, quedó en el olvido.

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